domingo, junio 27, 2010

TAN DIFICIL

Cuesta tanto decir algunas cosas que casi siempre acabas por tragarla, engullirlas y guardarlas tan dentro de ti que acaban doliendo demasiado.
¿Merece la pena decirlas?
Es la gran pregunta, a sabiendas de que puedes herir, hacer sufrir o cambiar radicalmente las cosas.
¿Merece la pena?
Ante esta pregunta mucha gente dice rápidamente que si, casi por inercia, sin pensar o sencillamente por que lo creen firmemente.
Las cosas son tan sencillas o tan complicadas como uno quiera, eso es verdad aunque lleva un pero...

Antes de todo hay que sopesarlo, la gente dice las cosas muy a la ligera muchas veces sin saber realmente lo que está diciendo o sin pararse a pensar que tal vez no sea el momento, el lugar ni la manera de decirlo.
No hay que apresurarse, para decir las cosas siempre hay tiempo, para guardarselas una vez dichas no.

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