Dejame que te cuente
que he visto a la luna desnuda en las noches de soledad
que mis pupilas miran hacia donde el negro mar.
Dejame que te susurre
un verso que toque tus entrañas.
Dejame que las lágrimas desparramen
su salada tristeza en el olvido.
Dejame en silencio, sin decir nada
escuchando el viento que me diga que volverá
que me diga, jamás nunca jamás.
Dejame soñar con tu mirada oscura y cálida,
como los momentos de verano.
Dejame iluminar tu ilusión.
Dejame pintar colores
en grises monotonos y taciturnos.
Dejame que me mude a otro lugar
donde no haya melancolia.
Dejame terminar
con lo que jamás tendría que haber empezado.
Dejame mirar atras y sonreir
por una vez, dejame.
1 comentario:
Estamos presos en nuestro cuerpo, y en el 99% de los casos, dudamos de mover ficha de un lado o a otro.
Se libre, no te ates, ni tengas que depender de otra vida para que respire por ti.
El ayer pasó, hoy sueña y siente que cada instante se apodera de ti, siente que cada minuto te deja una huella que es imposible borrar, pues todo queda en tu mente. El mañanas es lo que nos aturde, nos asusta encontrarnos solos...
¿Qué hacer? ¿Buscar un equilibrio?
Si sin sus manos, tu mente no te deja dormir, dale la mano, si sin sus piernas, no puedes caminar, ponle el camino a sus pies, si no puedes hablar sin su boca, dale la brisa que despierte su sinfonía.
Meissa
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