Brillantes, parpadeantes que iluminan la noche y la hacen aún más bonita y eterna si cabe. Bellas párticulas luminosas que flotan en un oscuro velo, inertes. De colores insesperados, de movimientos o estaticas, grandes o pequeñas. Mis luciernagas siempre acuden cada noche, sea invierno o verano, haga frio o calor, mucho ruido o silencio eterno, mis luciernagas no se cansan de aletear, no perecen al brillar y siempre me acompañan cada noche a la hora de dormir. Me dan de vez en cuando un guiño intermitente cuando quiere que les preste atención. Rectas, redondas, cuadradas, de mil formas, mis luciernagas siempre brillan contentas. ¿Por qué son mis luciernagas?...ellas bien saben el por qué.
3 comentarios:
**Dejame** el aire cuando **amanece** para que inunde **de miradas** y sueños esos momentos **tan especiales** y **mirame** como brillante luz de **luciernagas** al anochecer, para encender de color un simple instante.
Un blog precioso y repleto de poesía.
Enhorabuena. Saludos.
A mí me gustaría saber por qué son tus luciérnagas.
Yo no tengo. O al menos nunca las he visto.
Qué mejor que te den las buenas noches ellas, qué mejor que no adentrarte al mundo de los sueños en soledad, ellas están...
ella está.
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